Las autoridades iraníes confirmaron este viernes la detención de la premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, junto con otros activistas, durante una ceremonia en memoria de Khosrow Alikordi, un abogado de derechos humanos hallado muerto la semana pasada en su oficina.
“Este arresto temporal se llevó a cabo por orden de la fiscalía y se debió a la expresión de consignas que violaban las normas”, declaró el gobernador de Mashad, Hasan Hoseini, citado por el diario Jorasán.
Hoseini explicó que el Consejo de Seguridad de la ciudad había coordinado previamente la presencia de estas personas en el funeral de Alikordi, celebrado en una mezquita en Mashad (noreste), “bajo el compromiso de llevar a cabo el evento en un ambiente tranquilo”.
Sin embargo, aseguró que “un grupo no respetó este ambiente y comenzó a corear lemas fuera de la mezquita”. Por ello, la fiscalía intervino y detuvo a Mohammadi y a otras personas “para evitar problemas mayores” y con el fin de “proteger a los propios detenidos”.
“Otras facciones podrían haber reaccionado y generado enfrentamientos”, indicó el gobernador.
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Horas antes, la Fundación Narges, gestionada por la familia de la Nobel desde París, había informado de su arresto “violento”, junto con los activistas Asadollah Fakhimi, Akbar Amini, Hasan Bagherinia y Abolfazl Abri.
Mohammadi ofreció un discurso en el acto y coreó lemas como “Viva Irán”, según vídeos difundidos en su cuenta de X.
Otras imágenes muestran a los presentes gritando consignas contra la República Islámica, entre ellas “Muerte al dictador”.
Las familias de Sepideh Qolian, Pouran Nazemi, Hasti Amiri y Aliyeh Motalebzadeh también confirmaron sus arrestos.
La premio Nobel de la Paz 2023 se encontraba en libertad condicional y a finales de noviembre denunció públicamente que las autoridades iraníes le habían prohibido de forma «permanente» salir del país y que no le emitían pasaporte para poder visitar a sus dos hijos, a quienes no ve desde hace once años.
Mohammadi, de 53 años, se encuentra fuera de prisión desde hace un año, cuando fue puesta en libertad por problemas médicos. La activista ha sido arrestada en trece ocasiones, condenada en nueve y fue encarcelada por última vez en 2021.
A pesar de las condenas y el encarcelamiento, la activista de derechos humanos y de las mujeres ha continuado denunciando las violaciones de derechos humanos en Irán, incluyendo la aplicación de la pena de muerte y la violencia contra las mujeres que no usan el velo islámico.
AGENCIA EFE
