El pasado martes, 11 de febrero, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvieron a un ciudadano venezolano en Indianápolis, quien sería otro miembro del Tren de Aragua.
De acuerdo con medios locales, este individuo, además, cuya identidad no ha sido revelada, es buscado por las autoridades chilenas por su supuesta implicación en un caso de secuestro.
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Lo que se detalló, es que la detención fue posible gracias a la colaboración entre las fuerzas del orden estadounidenses y sus contrapartes internacionales.
La banda Tren de Aragua (TdA) es conocida por sus actividades delictivas que incluyen tráfico de drogas, extorsión, secuestro y trata de personas.
Esta organización criminal ha expandido su influencia más allá de las fronteras venezolanas, operando en varios países de América Latina y, recientemente, en ciertos estados de Estados Unidos.
Es por ello, que la captura de un miembro de esta banda en territorio estadounidense subraya la creciente preocupación por la expansión de sus actividades ilícitas a nivel internacional.
Según ICE, la prioridad de sus operaciones es identificar y detener a individuos que representen un riesgo significativo para la seguridad nacional, pública o fronteriza.
En este caso, la conexión del detenido con el Tren de Aragua y los cargos de secuestro en Chile lo convirtieron en un objetivo de alto perfil para las autoridades.
Dan Johnsen, agente especial a cargo interino de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del ICE en Chicago, destacó la “sólida colaboración” entre las diferentes fuerzas de seguridad nacionales y sus contrapartes internacionales.
Indicó, que esta cooperación, permitió detener al sospechoso. Recordó que los grupos del crimen organizado no solo representan una amenaza importante para las comunidades en las que operan, sino también para la seguridad de países de todo el mundo.
