Un ciudadano keniano fue sentenciado a dos cadenas perpetuas consecutivas y a libertad supervisada de por vida por planear un ataque terrorista al estilo del 11 de septiembre contra el Bank of America Plaza, el edificio más alto de Atlanta.
De acuerdo con ABC News, las autoridades federales informaron que el hombre, identificado como Cholo Abdi Abdullah, actuaba como miembro entrenado del grupo extremista al-Shabaab y tenía la misión de replicar un atentado aéreo utilizando un avión comercial como arma.
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Según documentos judiciales, Abdullah inició su preparación en 2015. En ese año, fue cuando se unió a al-Shabaab y recibió entrenamiento militar en Somalia, incluyendo instrucción en armas, explosivos y tácticas de combate.
Posteriormente, fue seleccionado para una operación de mayor alcance. Debía aprender a pilotar un avión con el fin de secuestrar una aeronave estadounidense y estrellarla contra un objetivo simbólico.
Entre 2017 y 2019, el acusado asistió a una escuela de aviación en Filipinas. Allí completó casi todos los requisitos para obtener una licencia de piloto comercial antes de ser detenido en 2019.

¿CÓMO LO RELACIONARON CON EL 11-S?
La investigación reveló que Abdullah realizó búsquedas en Internet, específicamente sobre vuelos de Delta Air Lines y sobre el Bank of America Plaza, el rascacielos de 55 pisos que domina el centro de Atlanta.
Los fiscales señalaron que su historial digital mostraba un patrón claro de planificación. Incluyendo la selección de rutas aéreas y la evaluación de posibles vulnerabilidades.
El Departamento de Justicia afirmó que el objetivo del acusado era ejecutar un ataque que emulara la devastación del 11 de septiembre de 2001.
En consecuencia, Abdullah terminó declarado culpable por un jurado de Manhattan de seis delitos principales. En concreto por «conspirar para brindar apoyo material a una organización terrorista extranjera, conspirar para asesinar a ciudadanos estadounidenses en el extranjero, conspirar para cometer piratería aérea, conspirar para destruir aeronaves y conspirar para perpetrar actos de terrorismo con alcance internacional».
El caso remarcó el alcance transnacional de al‑Shabaab. Se trata de un grupo que figura en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado de Estados Unidos desde 2008.

